domingo, 31 de agosto de 2008

¿Qué es el concepto del Continuum?


Según Jean Liedloff, el concepto del continuum se basa en la idea de que para conseguir el desarrollo físico, mental y emocional óptimo, los seres humanos, especialmente los bebés, necesitan el tipo de experiencia a la que nuestra especie se ha ido adaptando durante el largo proceso de nuestra evolución. Para un niño, esto incluye experiencias como:

Contacto físico constante con su madre (o algún otro cuidador) desde el nacimiento.
-Dormir en la cama de sus padres, en constante contacto físico, hasta que la abandona por propia voluntad (habitualmente hacia los dos años).
-Amamantar a demanda, respondiendo a las señales que emita el bebé con su cuerpo.
-Ser cargado constantemente en brazos o de otra manera (pero siempre en contacto con alguien, normalmente su madre), y que pueda observar (o alimentarse o dormir) mientras la persona porteadora hace sus quehaceres habituales, hasta que el bebé empieza a desplazarse por su propio instinto, arrastrándose o gateando, normalmente a los seis u ocho meses.
-Hacer que los cuidadores respondan inmediatamente a las señales del bebé (lloros, quejidos, etc.), sin juzgarlo ni obviar sus necesidades, y sin convertirlo en el centro constante de atención.
-Sentir (y satisfacer) sus expectativas de que se trata de un ser social y cooperativo por naturaleza, de sus fuertes instintos de autoconservación, y de que es bien recibido y útil.
En contraste, un bebé sujeto a las prácticas de nacimiento y cuidados de la sociedad occidental normalmente experimenta lo siguiente:

-Separación traumática de su madre debido a intervenciones médicas e internamiento en nurseries, en aislamiento físico, excepto por el sonido de otros recién nacidos llorando.
-En casa, durmiendo a solas, aislado, a menudo “dejado que llore para que aprenda a dormir”.
-Alimentación con horarios, usando el chupete o ignorando los impulsos naturales de necesidad de alimento.
-Excluido y separado de las actividades normales de un adulto, relegado durante horas en una guardería, cuna o corralito siendo inadecuadamente estimulado por juguetes y otros objetos inanimados.
-Cuidadores que a menudo ignoran, desalientan, desprecian o incluso agreden al bebé cuando llora o muestra de alguna manera sus necesidades; o que, por el contrario, responden con excesivo cuidado y ansiedad, convirtiéndolo en el centro de atención.

El bebé nota (y debe conformarse) que las expectativas de sus cuidadores son que él no es capaz de cuidarse a sí mismo, es antisocial por naturaleza y no puede aprender el comportamiento correcto sin estrictos controles, amenazas y una serie de “técnicas educativas” que minan su proceso de aprendizaje exquisitamente evolucionado.

La evolución no ha preparado al bebé humano para este tipo de experiencia. Él no puede entender porque sus lloros desesperados para cumplir con sus expectativas innatas no se ven satisfechos. Es entonces cuando desarrolla una sensación de estar equivocado y de vergüenza sobre sí mismo y sus deseos. Si, por lo contrario, sus expectativas de continuum son satisfechas, especialmente al principio y con más variación a medida que crece, exhibirá un estado natural de confianza en sí mismo, de bienestar y satisfacción.
Los bebés cuyas necesidades de continuum han sido satisfechas durante el principio, en la fase de ir en brazos, crecen con mayor autoestima y se convierten en más independientes que aquellos cuyos lloros han sido insatisfechos por miedo a “malcriarlos” o hacerlos demasiado dependientes.

Aquí citamos algunas partes del libro que definen el concepto del continuum:

"...No es un secreto que los “expertos” no han descubierto como vivir satisfactoriamente, pero cuanto más fracasan, más intentan llevar los problemas bajo la única influencia de la razón y rechazan lo que la razón no puede comprender o controlar."

"Ahora es el intelecto el que realmente nos dicta las órdenes; nuestro sentido inherente de lo que es bueno para nosotros ha sido minado hasta el punto de que apenas somos conscientes de su funcionamiento y no podemos distinguir un impulso original de otro distorsionado."

"...[El determinar que es lo mejor para nosotros] ha sido dirigido durante muchos millones de años por ciertas áreas de la mente infinitamente más refinadas y con mayor conocimiento llamadas instinto. ... [El] inconsciente puede hacer cierto número de observaciones, cálculos, síntesis y ejecuciones simultánea y correctamente."

"...Lo que se entiende aquí como "correcto" es lo que resulta adecuado para el antiguo continuum de nuestra especie, ya que se adapta a las tendencias y expectativas con que hemos evolucionado. Las expectativas, en este sentido, se encuentran tanto en el hombre como en su propio diseño. Sus pulmones no solo contienen aire, sino que puede decirse que son una expectativa de él; sus ojos, una expectativa de luz… [etc.]"

"...El continuum humano también puede definirse como la secuencia de experiencias que corresponde a las expectativas y tendencias de nuestra especie en un entorno consecuente con aquello en lo que esas expectativas y tendencias se formaron. Incluye, además, que las otras personas que forman parte de aquel entorno se comporten y nos traten adecuadamente."

"El continuum de un ser es completo. Sin embargo, forma parte del continuum de su familia, el cual a su vez forma parte del continuum de su clan, comunidad y especie, al igual que el continuum de la especie humana forma parte del continuum de la vida."

"...la resistencia al cambio, que no está en absoluto en conflicto con la tendencia a evolucionar, es una fuerza indispensable para mantener la estabilidad de cualquier sistema."

"Sólo podemos intentar adivinar qué fue lo que interrumpió nuestra resistencia innata al cambio hace algunos miles de años. Lo importante es comprender la importancia que tiene la evolución frente al cambio (sin evolucionar). … [Lo último] reemplaza aquello que es complejo y adaptado con aquello que es más simple y menos adaptado."

"No hay ninguna diferencia esencial entre una conducta puramente instintiva, con sus expectativas y tendencias, y nuestras expectativas igual de instintivas de vivir en una cultura adecuada en la que podamos desarrollar nuestras tendencias y satisfacer nuestras expectativas: en primer lugar, las de recibir un trato preciso en la primera infancia, y más tarde, las de ir experimentando gradualmente una clase de trato más flexible, unas situaciones y una serie de condiciones que permitan que la adaptación pueda, desee y sea capaz de llevarse a cabo."

jueves, 28 de agosto de 2008

El sueño de los niños y la Escuela

Hoy en día, la escuela les quita casi todo el tiempo a los niños, pues cada vez se intenta que su desarrollo académico sea más completo. Las tareas de la escuela son cada vez más largas, y muchas veces el niño se ve obligado a dormir menos, para poder terminar la kilométrica tarea. Este hecho de robarle tiempo al sueño es más que un problema. De hecho se ha demostrado que los niños que duermen más presentan un mejor rendimiento académico que los que duermen menos.

Francia fue uno de los primeros países que descubrió esta situación en la década de los ochenta, pues hicieron un estudio en el que se evidenció que el 60% de los niños que duerme menos de ocho horas, llevan un bajo rendimiento académico.

Por otra parte, de aquellos niños que duermen más de diez horas, un 76% tenía un promedio escolar aceptable y un 11% se encuentra dentro del grupo de excelentes alumnos.

También, fue posible evidenciar, ya desde aquel momento que los niños que duermen poco o aquellos que presentan problemas en el dormir, presentan más a menudo problemas de aprendizaje como dislexia, y otros desórdenes lingüísticos.

De igual forma, se demostró que los niños que no duermen bien crecen menos, debido a que no secretan la cantidad necesaria de una hormona que únicamente se produce durante las horas de sueño.

Así las cosas, es importante que los padres tengamos conciencia de la calidad de sueño que tienen nuestros hijos, y darle prioridad a estas horas de descanso por encima de ratos de oscio, o de incluso horas de estudio.

Para hacer esto, es importante que haya una buena comunicación entre la maestra y los padres, y éstos sean firmes en que si bien es importante que los niños tengan tarea y las cumplan, para que refuercen su proceso de aprendizaje, es fundamental que duerman bien y no se sacrifiquen sus preciadas horas de sueño, no sólo por su nivel académico, sino incluso por razones de salud.

Fuente : SoloNosotras

Parto en el agua


Hay muchas formas de traer un hijo al mundo, por lo que es bueno que conozcas todas las posibilidades para que con tu médico escojas la más adecuada en tu caso particular.

El parto en el agua es una técnica muy natural que no se practica en forma masiva, pero esto no quiere decir que tenga grandes inconvenientes, sino que indica únicamente que por ahora el método es un poco costoso. Su práctica se inició en la década de los sesenta, como opción natural para las mujeres de parto sin riesgos.

Ciertos estudios en Inglaterra y el resto de Europa afirman que los niños nacidos en el agua mantienen una mejor relación psicoafectiva con la madre, atribuible a una mejor comunicación emocional durante este hermoso encuentro. También, existen antecedentes de un temprano desarrollo motriz en estos bebés comparado con niños nacidos en partos normales.

La experiencia como tal es emotiva al máximo y tiene verdaderas ventajas que vamos a señalar a continuación.

style="font-family:trebuchet ms;">Una de las primeras cosas que debes tomar en cuenta cuando decides tener al bebé mediante el parto en el agua, es el lugar donde se va a llevar a cabo el parto, pues puede hacerse en los hospitales u organizaciones que apoyan esta práctica o puede ser en tu casa.


Si has elegido tu casa, es una buena elección desde la perspectiva de las comodidades y desde el ámbito psicológico; el bebé sería recibido de una vez por el ambiente que será su hogar, por lo que su proceso de adaptación será más fácil. Sin embargo, debes asegurarte de que tu parto vaya a ser absolutamente normal, que no requerirás intervención médica, de que la habitación destinada a recbir el bebé esté en las óptimas condiciones higiénicas, y de que la persona que te atenderá sea un especialista. Además, es importante que consideres la posibilidad de que hayan problemas, en cuyo caso tengas la facilidad de desplazarte al hospital sin demoras y sin obstáculos.

Tener a tu bebé en la casa o al menos en el ambiente acuático, te garantiza una mayor privacidad, que tu gente más cercana te acompañe sin restricciones como en las salas de parto, y además te asegura un momento intenso lleno de magia, donde la naturaleza en su máxima expresión actuará como sabe hacerlo, es decir de la mejor manera.

Uno de los beneficios que tiene esta técnica es que el agua relaja tus músculos, de manera que tiene un efecto balsámico y así los dolores de parto se disminuyen considerablemente y la dilatación sucede más rápido. Eso sí, se recomienda que el agua no esté caliente al inicio del alumbramiento, pues es posible que la dilatación se interrumpa por el exceso de relajación. En consecuencia, lo mejor es sumergirse en agua tibia al principio, e ir calentando el agua paulatinamente, conforme se vaya a cercando la hora de dar a luz.

Otra de las maravillas que ofrece el parto en el agua es que se reducen las posibilidades de que la madre o el bebé contraigan infecciones, además de no utilizar medicamentos o anestesia, los que muchas veces en lugar de ayudar pueden complicar las cosas.

Por otra parte, acuclillarse es lo más común en este tipo de partos, de manera que la fuerza de gravedad colabora en la salida del bebé del vientre. Es la postura más natural y de hecho las mujeres que no acuden a hospitales, por institno adoptan esta posición; así se sienten más cómodas y sufren menos en el parto.

Esta modalidad de parto no se recomienda para aquellas mujeres que tengan antecedentes de diabetes mellitus, hipertensión arterial, cardiopatías, metrorragias del tercer trimestre, desproporción fetopélvica y, en general, cuando el ginecobstétra tratante no lo aconseje.

Dentro del agua, traer un hijo al mundo puede ser verdaderamente un milagro más allá de toda metáfora, pues no estás mejorándote de tu hijo, sólo lo estás recibiendo, y más con dulzura y encanto que con dolor, por lo que el trauma se disminuye. Así que piénsalo, consúltalo con tu médico y si no tienes miedo, atrévete. Quienes lo han vivido lo recomiendan al cien por ciento.

Fuente : SoloNosotras

domingo, 24 de agosto de 2008

¿Cómo hablar de sexo a los niños?


Algunos mayores nos azoramos y no sabemos como reaccionar cuando los niños nos preguntan sobre el sexo, debemos responder a sus preguntas con naturalidad. Los mayores debemos ser capaces de resolver a los niños cualquier duda que tengan respecto al sexo.

Ana Westley en su libro: "Cómo se hacen los niños", explica la unión sexual con las siguientes palabras: "Para hacer un niño hacen falta dos personas, un hombre y una mujer. Tu madre y tu padre... Para hacer un niño, la semilla del hombre tiene que encontrar el óvulo que ha salido del ovario de la mujer. ¿Cómo puede entrar el esperma del hombre en la matriz de la mujer? Metiendo el pene del hombre en el agujero de la mujer llamado vagina". Con estas palabras, la autora intenta explicar de la manera más natural y clara, el acto sexual

Antes de los 5 años, los niños tienden a centrarse en su propio mundo, descuidando su medio ambiente. Según Erick Erickson a partir de los cinco años, empieza su formación y desarrollo basándose principalmente en su entorno y las asociaciones que hacen a partir de todas las ideas que los rodean. Para este notable psicólogo, esta etapa es de suma importancia y es el momento en que los padres deben aprovechar para lograr en la medida de lo posible, la mejor educación sexual; porque en este momento surgen numerosas interrogantes y las dudas sexuales, obviamente están en los primeros lugares.

Generalmente es el propio niño quién toma la iniciativa en sus dudas. Una de las primeras interrogantes que se hacen es acerca de sus órganos genitales, sobre las diferencias entre los niños y las niñas. Comienzan a observarse a sí mismos, compararse con sus padres e inconscientemente llegan a la conclusión de que los seres humanos se dividen en dos grupos: masculino y femenino. Cuando el niño, asombrado ante el misterio de la existencia le pregunta a sus padres de dónde provienen los niños y los padres responden con evasivas. Desde ese momento, el niño sufre una decepción y es cuando aprende a disimular sus curiosidades.

Los padres no deberían escandalizarse ante las primeras manifestaciones eróticas que experimentan los niños. Muchas investigaciones han demostrado que durante el baño, empiezan a sentir sensaciones satisfactorias o pueden ser sorprendidos tocándose sus propios órganos sexuales y ante este hecho, los padres se escandalizan, se preocupan. Osho, uno de los pensadores más grandes de la India, señala en su obra: "El Libro del niño" que cuando un pequeño nace, tocarse el cuerpo es la manera más natural y espontánea de reconocerse, de valorarse; porque se sumerge en un periodo narcisista y ama inmensamente su cuerpo. Es así que tocarse los órganos sexuales, le provoca un gran placer. "El niño juega con sus órganos sexuales sin saber que son órganos sexuales. Todavía no ha sido acondicionado; percibe su cuerpo como una unidad. Y sin duda, los órganos sexuales son la parte más sensible de su cuerpo".

Es preciso que los padres no se sorprendan con estos acontecimientos; porque entre los 3 y 6 años empieza la curiosidad sexual. Si se censura y castiga, generaríamos sentimientos de rechazo, culpabilidad y temor hacia su vida íntima. En palabras del mismo Osho: "Profundamente, en su psicología comienza a castrarse, y la energía retrocede". No olvidemos que las sensaciones y situaciones que vivimos durante los primeros seis años de vida, quedan grabadas en nuestra mente; después se produce un olvido parcial, pero todo va a parar al subconsciente.

Es muy probable que el niño haya recurrido a la autocomplacencia por aburrimiento o no tener nada mejor que hacer. Nunca reaccionemos de manera negativa ante estas demostraciones; porque numerosas represiones sexuales, hacen que los niños en su adolescencia y edad adulta padezcan de neurosis y tabúes. No es malo que él niño se toque. Nunca lo regañemos, ni basemos nuestra educación en torno "al que dirán" los demás. Siempre pensemos lo mejor para nuestro hijo. Lo que podemos hacer es estimularlos en otras actividades, para distraer su atención, en otros intereses.

Con relación a las preguntas sobre cómo nacen los niños o cualquier otra de índole sexual, los padres deben prestar la máxima atención. Nunca respondan: "esas cosas no te interesan" o "estás muy pequeño para saberlo". Nuestras respuestas deben ser claras, sencillas. Por ejemplo, podrían decirles: "la mamá dentro de su cuerpo, tiene un lugar especial que se llama útero, donde se forman los niños. Los niños van creciendo y alimentándose en el interior de mamá por medio del cordón umbilical". Cuando hablemos sobre los órganos genitales, siempre debemos utilizar los nombres científicos, como son el pene y la vagina.

Por otro lado, se ha discutido mucho si es conveniente que los niños vean desnudos a sus padres. En la actualidad se considera que el desarrollo adulto de los órganos sexuales, pueden generar ansiedad, pudiendo ser una imagen perturbadora y negativa al compararlos con sus propios órganos; pero si los niños descubren casualmente desnudos a sus padres, estos no deben ocultarse como si escondieran algo malo. Si el niño a partir de ese momento empieza a formularle algunas preguntas, es el momento oportuno para empezar a responder con naturalidad.

La sexualidad debe dejar de ser un tema tabú, porque ella forma parte de la vida y la armonía entre las parejas. Introducir a los niños en los misterios naturales de la vida, es un reto maravilloso. No debemos privar a nuestros hijos de explicaciones claras y honestas. La naturaleza ha dispuesto el interés espontáneo de los niños por su propia sexualidad. La enseñanza no servirá para despertar deseos sexuales, sino que hará que los niños vean estas cuestiones como propias del ser humano. Citando las palabras del mismo San Clemente de Alejandría: "No nos puede avergonzar hablar de lo que Dios no se avergonzó en crear". Por todo esto, la educación sexual es de vital importancia en la formación de toda persona y desde un inicio debe ser enfrentada con conocimiento, madurez y naturalidad.

Fuente :
En Buenas manos

viernes, 22 de agosto de 2008

¿Cuando decimos que un niño es "bien educado"?

Muchas veces encontramos niños en nuestro alrededor que por sus malos o buenos modales y por la forma como interactúan con los adultos, impactan por su mala o buena educación. ¿Pero cuándo es un niño bien educado? Aunque la buena o mala educación depende en gran parte de los parámetros culturales de una comunidad, hay ciertos comportamientos típicos que definen si un niño es educado o si por el contrario es malcriado e ignora a las mínimas reglas de cortesía.

Un niño educado será un adulto respetuoso, tolerante y preparado para convivir con los demás. Es erróneo pensar que la educación es la preparación académica e intelectual de una persona. Más allá de esto, es la forma acertada de comportarnos en sociedad y de interactuar con personas de todas las edades, razas y estratos sociales. Por ello la buena educación no tiene nada que ver con la posición social o el nivel económico.

Las personas educadas no esperan nada a cambio, pues les nace desde su interior el ser amables; adoptan los buenos modales como algo suyo y los interiorizan actuando naturalmente. Una persona educada no lo es por sus modales refinados, o por saber qué cubierto utilizar en una mesa. Una persona educada debe serlo en todo momento y con todo el mundo. Con los empleados, con sus vecinos, con sus amigos.

¿Cómo fomentar la buena educación?
El primer paso es dar buen ejemplo en casa. Los niños antes de la edad escolar aprenden lo que ven de sus padres y de las personas que están a su alrededor. Si la persona que cuida a su hijo pequeño no es bien educada, preste mucha atención pues el pequeño comenzará a copiar comportamientos y actitudes de la persona con quien pasa tanto tiempo.

Cuando los niños empiezan a decir sus primeras palabras, hay que enseñarles el por favor y el gracias. Luego, cuando comienzan a tener una buena coordinación de movimientos es hora de enseñarles a utilizar los cubiertos de forma correcta, a beber del vaso, a utilizar la servilleta... Es también hora de enseñarle a respetar la propiedad ajena y a no arrebatar juguetes de sus amigos o hermanos.

A los 3 o 4 años empieza una nueva etapa en su vida: la vida social. Si ha sido exitoso en la educación de los primeros años, verá los resultados pues podrá llevarlo de compras, de visita a otra casa y el niño pondrá en práctica todas las enseñanzas recibidas.

Al observar el comportamiento en sociedad de sus hijos, debe reforzar los detalles que determinan la buena educación. No deje que sus hijos sean acreedores de la frase: “¡que niño tan maleducado!”. Estos son algunos de los comportamientos que se deben corregir si observa que son omitidos por los pequeños:

Siempre responde a un saludo o a una despedida mirando a los ojos a su interlocutor.
Cuando se le ofrece algo, responde con una sonrisa: Sí por favor o No gracias.
Come discretamente utilizando apropiadamente los cubiertos y la servilleta y sin hacer escándalo cuando la comida no es de su agrado. Da las gracias al acabar de comer y se disculpa si abandona la mesa antes del resto de los comensales.
Al final de una visita se despide cordialmente de la dueña de casa y da las gracias.
No dice groserías ni frases de mal gusto.
Sabe compartir y respeta el gusto de los demás niños.
Al tropezarse con otra persona sabe pedir excusas. No empuja y respeta las filas.
Cuando anda por la calle o utiliza el transporte público no hace cosas tales como: dar patadas a las papeleras o a las señales, pintar en las paredes, escupir en el suelo, subir los pies a los bancos.
Respeta las señales cívicas y actúa como un buen ciudadano.

Fuente : La Familia


miércoles, 20 de agosto de 2008

Estatura baja en niños

La talla es uno de los aspectos más destacados de nuestro físico y por ello, puede tener importancia social. Muchos padres comentan a su pediatra: " Creo que mi hijo se está quedando pequeño. Cuando lo veo con sus compañeros de clase es de los más bajos". Es normal que este aspecto preocupe a los padres. Sin embargo, en la mayoría de los casos la talla del niño se encontrará en los límites considerados como normales. La estatura entre niños de la misma edad puede variar en varios centímetros, ya que son varios los factores que influyen en la talla.

¿Cuales son los factores que influyen en la talla?

Los factores más importantes que influyen en la talla son los siguientes:

  • Factores genéticos. La talla de los dos padres influye por igual en la talla de su hijo y nos orienta, sobre la talla que puede alcanzar el niño.
  • Factores hormonales. Aunque son varias las hormonas que intervienen en el crecimiento, la llamada hormona de crecimiento es la más conocida. Sus déficits graves son raros y generalmente, asocian otros problemas.
  • Sexo y edad de comienzo de la pubertad. La edad en la que se inicia el desarrollo sexual, ( aparición de vello en el pubis, en la axila, etc.) o pubertad, tiene importancia porque es en esta etapa de la vida donde tiene lugar el llamado "estirón" del crecimiento. Guarda relación con el sexo del niño porque en las niñas, el "estirón" del crecimiento ocurre antes que en los niños, cuando las niñas están poco desarrolladas y crecen menos centímetros que los niños. En los niños el " estirón " ocurre más tarde, en fases más avanzadas del desarrollo sexual y crecen más centímetros. En los meses previos al " estirón" el niño puede crecer poco.
  • Nutrición y enfermedades. Cualquier alteración en la alimentación del niño o enfermedad importantes, puede afectar al crecimiento del niño.

Todos estos factores explican porque por ejemplo en una misma clase pude haber niños que parezcan más altos pero que ya hayan iniciado el desarrollo sexual y el "estirón", y niños más bajos pero sin desarrollo y que todavía tienen que crecer mucho.


¿Cómo valoramos la talla del niño?

El pediatra realiza la medición del niño y compara su talla con la de otros niños de su misma edad, sexo, y zona geográfica. Para ello utiliza las gráficas de crecimiento o percentiles de talla. Estas gráficas se elaboran estudiando las tallas de un gran número de niños en diferentes edades. Tienen una curva que representa el límite inferior de la normalidad o percentil 3 y una curva que representa el límite superior de la normalidad o percentil 97. Entre ambas existen una serie de curvas que representan tallas intermedias y normales.


¿Cuándo hablamos de talla baja?

En sentido estricto hablamos de talla baja cuando ésta se encuentra por debajo de la curva que marca el límite inferior de la normalidad o percentil 3. Sin embargo, hay que considerar que una medición aislada no tiene valor. Por eso, el pediatra mide a los niños en los todos los controles de salud y ve la curva de crecimiento o percentil que sigue el niño y puede detectar posibles problemas:

  • Si la curva del niño se encuentra por debajo de los límites normales o percentil 3. Sin embargo, es importante destacar que aunque la talla del niño se encuentre por debajo de este percentil, si el niño crece a buen ritmo, siguiendo su curva, no tiene por que tener ningún problema.
  • Si existe una disminución del ritmo o velocidad de crecimiento (centímetros al año que tiene que crecer el niño en función de su edad.)
  • Si la curva de crecimiento habitual del niño o cae de forma importante y pasa a otras curvas o percentiles inferiores.

En los casos dudosos, el pediatra puede realizar mediciones más frecuentes, cada seis meses, y ver la velocidad de crecimiento del niño, y estudiar la edad de los huesos (Edad ósea). El crecimiento afecta de manera fundamental a los huesos, y estudiando su edad podemos hacernos una idea de lo que ha crecido el niño y de lo que le queda por crecer.


¿Cuáles son las causas más frecuentes de talla baja?

En nuestro medio las causas más frecuentes de talla baja son:

  • La talla baja familiar. En este caso la talla de los padres y, por tanto, los factores genéticos, son fundamentales.
  • El retraso constitucional del desarrollo. Se produce un retraso en la edad a la que se inicia la pubertad y en consecuencia, del "estirón" del crecimiento. Durante un tiempo, el niño nos puede parecer más bajo, aunque finalmente podrá alcanzar una buena talla.
  • Alteraciones en la hormona del crecimiento. La ausencia completa de esta hormona es rara. Son más frecuentes pequeños déficits, alteraciones en su ritmo de producción o alteraciones en la "calidad" de la hormona o en los sitios donde actúa.

El problema de la talla baja puede afectar tanto a las chicas como a los chicos aunque, es más frecuente en los niños. Durante los primeros años el crecimiento puede ser normal, y aparecer esta alteración más tarde.


¿Cuál es el tratamiento de la talla baja?

El único tratamiento existente es la administración de hormona de crecimiento. Su indicación clara son los déficits importantes de la hormona. Sin embargo, en la actualidad pueden recibir este tratamiento algunos otros niños si tienen una talla realmente baja, valorando los resultados de los sus estudios hormonales y otros factores como posibles problemas psicológicos. Este tratamiento siempre debe ser indicado y supervisado por un especialista en endocrinología infantil.

Dra. Marta Montejo Fernández.
Pediatra de E.A.P.
Centro de Salud de Kueto (Sestao)

Fuente : Saludalia

domingo, 17 de agosto de 2008

¿Qué es ser niño hoy?


Durante cuarenta años trabajé con niños y muchas veces escuché decir, "los chicos de ahora son diferentes".
No lo creo. En esencia siempre son iguales. Sin embargo, los que han cambiado son los adultos y ese cambio genera situaciones nuevas y desconocidas.
Entonces, ser niño en el siglo XXI es un oficio difícil y las nuevas generaciones tienen que adaptarse a las exigencias que les impone la sociedad.
Por un lado, el Marketing ha descubierto en los niños un target importante: el niño es un "consumidor". Y, si bien no es el decisisor de la compra, es quién ejercerá la presión en los adultos para que esta compra se realice. De esta manera se los bombardea desde todos los medios, tratando de crearles necesidades que en realidad no tienen. Y entre tantos productos para su consumo, también se inventarán los juguetes para "no jugar", que serán coleccionados y ostentados como símbolos de estatus entre ellos o entre los padres.
Por otro lado, los padres ya no tienen claro qué significa educar un hijo. Las generaciones anteriores, equivocadas o no, con buenos o desastrosos resultados, sabían qué clase de adultos deseaban que fuesen sus hijos y la educación se orientaba hacia esa meta. Pero hoy no hay metas y existe tanto miedo a equivocarse, que se deja de educar.
Los niños tienen lo que se supone es "libertad", aunque sólo sea "dejar libres las pulsiones" o, en otras palabras, pueden "hacer lo que quieran". No se le imponen límites para no "frustrarlos" y no se les exigen responsabilidades, en un exceso de protección (o sobreprotección). Los padres ceden ante el "quiero" y el "compráme", justificando, "si todos lo tienen, no es bueno negárselo".
Sin embargo, por otro lado, las exigencias para que este niño de hoy llegue a ser un adulto triunfador y exitoso, les impone nuevas y pesadas cargas para prepararse: hace cincuenta años, concurrían a la escuela en un turno de cuatro horas y, en algunos casos menos todavía, ya que existía el "turno intermedio".
Hoy los mandan a escuelas de jornada completa (doble turno) con materias extra-curriculares que se dictan fuera del horario escolar y el poco tiempo que les queda en sus hogares se destina al estudio, investigación y otras tareas escolares. Pero sus obligaciones no culminan allí porque si queda algún rato libre, seguramente se complementará su educación con la práctica de deportes, estudio de idiomas y cualquier actividad que, supuestamente, los preparan para el futuro y que les impide tener acceso al ocio.
Sí, porque en este moderno oficio de ser niño, ya no hay lugar para el tiempo libre, para jugar, para disfrutar, para divertirse o, simplemente, para leer.

Y quizá sea por eso que los padres tratan de compensar esta carencia con sustitutos materiales (en lo posible caros y ostentosos), golosinas y falta de límites.
Además, se los limita y controla en muchos aspectos en los que se deberían ayudarlos a crecer, a independizarse, a recorrer de la mano de los adultos, en forma gradual y progresiva, ese camino que va de la independencia a un estado de mayor autonomía.
En otros casos, se los estimula más allá de lo que corresponde a su edad y madurez. Tal es el caso de la sexualidad, permitiendo que tengan acceso a películas, series, publicidades, revistas, etc., sin olvidar los supuestos espectáculos o programas televisivos donde se muestran situaciones adultas trasladadas a la infancia, como si fuesen la realidad del niño que termina trasplantándolas a su vida cotidiana, aunque no pueda ser capaz de entenderlas y manejarlas.
Y no olvidemos las exigencias de rivalidad y competencia a las que son sometidos, tanto en los deportes como en los estudios; exigencias que terminan por suprimir todo placer por el juego sano. También se anula la auténtica relación con el conocimiento, ya que los chicos se ven obligados a estudiar para el maestro y para los padres y obtener buenas notas como se obtiene un trofeo, en lugar de aprender para saber y para que les sirva en la vida cotidiana.

Las nenas de hace dos generaciones jugaban a "la mamá" y ese juego les permitía identificarse con su realidad y poder asimilarla. Así ellas se ponían en el rol de su propia madre y el muñeco eran ellas mismas.
Pero las muñecas modernas ya no son bebés o nenas, sino mujeres adultas con cuerpos adultos y una vez escuché a una maestra de nivel inicial decir, "¿puede una nena jugar a ser la mamá de una muñeca con tetas?". Evidentemente la respuesta es NO. Entonces, ¿a qué juega esa niña? A proyectarse en el futuro siguiendo ese modelo.

Deberíamos reflexionar acerca del modelo a seguir, aunque Lisa Simpson ya lo hizo en un episodio de la serie, no obstante que a muchos les haya pasado inadvertido el mensaje.
Y para concluir, otra observación interesante: los "niños pies vírgenes" que pese a tener edad suficiente como para caminar (entre los 2 y 3 años), viajan en cómodos carritos con un chupete en la boca.
Y sin embargo... en esencia, ¡son los mismos niños de siempre!
¡FELIZ DÍA DEL NIÑO!

Raquel M. Barthe
Psicopedagoga

Fuente: Jardín Online

Trastornos del sueño durante el primer año de vida

Cuando un niño pequeño se despierta por la noche los padres piensan que tendrá hambre o sed o que le estará saliendo un diente. Pero el niño crece y sigue despertándose por la noche y los padres no lo entienden. El problema afecta a toda la familia porque si un niño no duerme, tampoco duermen los padres. Surgen las dudas y los enfados y si la situación no se resuelve, el niño estará irritable por la mañana, con sueño y cuando empiece el colegio podrá disminuir su rendimiento. Como veremos, el primer año de vida es el más importante para enseñar al niño a dormir y prevenir los problemas de sueño.


Cuántas horas deben dormir los niños?

Las horas que necesita dormir un niño van disminuyendo a lo largo del primer año. El recién nacido no distingue el día de la noche, suele dormir entre 18 y 20 horas al día con interrupciones frecuentes para comer.

Hacia el tercer mes comienza a establecerse el ritmo de sueño vigilia. El sueño nocturno se prolonga entre 5 y 9 horas y hace 3 ó 4 siestas por el día. A partir del sexto mes, el niño debe tener un ritmo de comida y sueño bien establecido. Es capaz de dormirse solo, a oscuras y durante 11 ó 12 horas seguidas y volverá a conciliar el sueño si se despierta por la noche. Suele dormir una siesta por la mañana y otra por la tarde.

A partir del año duerme por la noche unas 13 horas y conserva la siesta de después de comer.


¿Dónde deben dormir los niños?

En los primeros meses en los que el niño se despierta para comer por la noche, puede dormir en la habitación de los padres para hacer más fáciles las tomas nocturnas. Debe dormir siempre en su cuco o cuna. Hacia el tercer o cuarto mes, cuando empiece a dormir más tiempo seguido, sin comer por la noche, podemos poner la cuna en su habitación y acostumbrarle a dormir solo.

Le pasaremos a la cama cuando se encuentre incómodo en la cuna por su tamaño y para estar tranquilos usaremos protectores de seguridad. Si os preocupa que se destape y se quede frío ponedle un pijama manta que le abrigará y le permitirá moverse con libertad. En verano no es necesario abrigarle demasiado.


¿Cómo debemos enseñar a un niño a dormir?

El primer año es fundamental para la prevención de los problemas de sueño. Es en esta época cuando se debe establecer una conducta de sueño correcta. Al igual que se enseña al niño a comer debemos enseñarle a dormir.

Para enseñar al niño a dormir correctamente, debemos establecer una rutina alrededor de la hora de irse a dormir. Seguiremos una serie de pasos. Primero, hay que establecer un horario razonable para acostarle por la noche. Las nueve de la noche puede ser una buena hora. Los minutos anteriores a irse a la cuna o la cama, deben ser agradables para el niño. Le bañaremos, le contaremos un cuento, jugaremos un ratito con él. Le acostaremos cuando esté todavía despierto con su peluche, juguete preferido, mantita y si usa chupetes, le dejaremos uno o dos cerca para que pueda encontrarlos sin dificultad. Si se despierta por la noche, los encontrará siempre a su lado y se sentirá seguro y acompañado y volverá a dormirse sin ayuda. Hacer siempre las mismas cosas permitirá que el niño las relacione con la hora de irse a la cama y dormir. Aunque el niño llore, los padres deben estar seguros y confiar en que es lo mejor para el niño.

Los primeros meses son los más difíciles para los padres y pueden surgir dudas si el niño toma pecho o tiene cólicos del lactante. La lactancia materna es el mejor alimento para el niño. En general se recomienda que tome cuando quiera lo que en muchas ocasiones supone que cada vez que el niño llora se le pone al pecho. Es importante saber que no siempre que un niño llora tiene hambre aunque chupe y coma. Muchas veces el pecho puede acabar sustituyendo al chupete. A partir de los seis meses, es muy importante dormir bien y sin interrupciones, y no son necesarias las tomas nocturnas.

Los niños con cólicos del lactante pueden llorar por la noche aunque en general, es un llanto que empieza ya por la tarde y se prolonga hasta la madrugada. Además hay dos diferencias muy importantes con el llanto del niño con problemas de sueño: es muy difícil consolar al niño con cólico y desaparece entre el cuarto y quinto mes periodo en el que comienzan los problemas de sueño.


¿Cuál es el trastorno del sueño mas frecuente en los niños?

El insomnio por hábitos incorrectos es el problema del sueño más frecuente en los niños. Afecta a niños de 6 meses a cinco años. Estos niños nunca han dormido bien, les cuesta dormirse, se despiertan por las noches muchas veces y no pueden volver a dormirse solos y sin ayuda. Como el niño no se duerme y se despierta por la noche, los padres intentan muchos trucos diferentes para que duerma. Por ejemplo: le duermen meciéndole en brazos, le ponen la televisión, le pasean en cochecito, se meten con él en la cama, etc. De esta forma, el niño relaciona la hora de dormir con lo que se hace ( mecerle-dormir, cochecito-dormir ) y cada vez que se despierte por la noche pedirá que le mezan, que le paseen, etc. , estableciéndose un circulo vicioso que se puede prolongar hasta que el niño sea mayor y el problema más difícil de solucionar.


¿Cuál es el tratamiento del insomnio infantil?

El único tratamiento del insomnio infantil es enseñar de nuevo al niño a dormir partiendo de cero. El objetivo es que concilie el sueño sin ayuda y si se despierta por la noche vuelva a dormirse sin problemas. Los medicamentos no son seguros ni eficaces en los niños. El tratamiento debe iniciarse lo más pronto posible desde los seis meses, porque cuanto más mayor es el niño es más difícil realizarlo.

Tanto el padre como la madre deben implicarse para establecer la rutina para la hora de acostarse. La persona que cuide al niño deberá mantenerla en las horas de siesta. Haremos siempre las mismas cosas: le bañaremos, le daremos de cenar, y le acostaremos siempre despierto y a la misma hora aunque el niño proteste. Podemos leerle un cuento, hablarle y si es mayor, explicarle que tiene que dormir, pero debemos marcharnos de la habitación siempre con el niño despierto. Debemos acudir siempre a la habitación pero nunca de forma inmediata de forma que iremos alargando el tiempo que tardamos en volver junto al niño: inicialmente un minuto, tres minutos, cinco minutos, siete minutos y así de forma sucesiva.

Cada vez que acudamos junto al niño hay que hablarle, acariciarle, intentar tranquilizarle, pero, aunque siga llorando hay que volver a salir de la habitación. Lo normal es que el niño llore desconsoladamente y nos dé mucha pena pero si se realiza correctamente en dos o tres semanas se pueden obtener resultados. La clave del éxito es que los padres crean en lo que están haciendo, tengan paciencia y transmitan seguridad a sus hijos.


Dra. Marta Montejo Fernández.

Pediatra de E.A.P. Centro de Salud de Sestao
Urgencias de Pediatría- Departamento de Pediatría. Hospital de Cruce

Fuente : Saludalia

jueves, 14 de agosto de 2008

¿Qué clase de apego tiene tu hijo?


El apego : vínculo madre-hijo
Las relaciones humanas toman muchas formas, pero las más intensas, las que producen mayor placer y a veces mayor dolor, son aquellas con la familia, amigos y personas amadas. Dentro de este círculo interno de relaciones íntimas, quedamos vinculados o adheridos unos a otros con un "adhesivo emocional", vinculados o adheridos con amor.
La habilidad individual para formar y mantener relaciones haciendo uso de este "adhesivo emocional" es diferente en cada uno de nosotros.

Algunos parecen ser "naturalmente" capaces de amar y establecer relaciones íntimas, otros no tiene tanta suerte, carecen de capacidad afectiva y les cuesta hacer amigos, además de establecer una relación distante con la familia.


Tanto la capacidad como el deseo de formar relaciones emocionales están asociados a la organización y funcionamiento de partes específicas del cerebro humano, así como al equilibrio de los neurotransmisores (sustancias químicas que permiten la transmisión del impulso nervioso y sus conexiones)
Así como el cerebro nos permite ver, oler, gustar, pensar y movernos, también es el órgano que nos permite amar o no amar. Estos sistemas cerebrales que nos permiten formar y mantener relaciones, se desarrollan durante la infancia. Las experiencias durante estos primeros y vulnerables años del desarrollo evolutivo de un individuo, influyen significativamente en el moldeado de la capacidad para formar relaciones íntimas y emocionalmente saludables.

La empatía, el afecto, el deseo de compartir, el inhibirse de agredir, la capacidad de amar y ser amado y un sinnúmero de características de una persona asertiva, operativa y feliz, están asociadas a las capacidades medulares de apego formadas en la infancia y niñez temprana.

Definición de apego
En el campo del desarrollo infantil, el apego se refiere a un vínculo específico y especial que se forma entre madre-infante o cuidador primario-infante. El vínculo de apego tiene varios elementos claves: 1) Es una relación emocional perdurable con una persona en específico. 2) Dicha relación produce seguridad, sosiego, consuelo, agrado y placer. 3) La pérdida o la amenaza de pérdida de la persona, evoca una intensa ansiedad.

Los investigadores de la conducta infantil entienden como apego la relación madre-infante, describiendo que esta relación ofrece el andamiaje funcional para todas las relaciones subsecuentes que el niño desarrollará en su vida.
Una relación sólida y saludable con la madre o cuidador primario, se asocia con una alta probabilidad de crear relaciones saludables con otros, mientras que un pobre apego parece estar asociado con problemas emocionales y conductuales a lo largo de la vida.

Teorías del apego
La preocupación por la relación temprana del niño con su madre fue uno de los temas centrales de muchos investigadores. Los primeros trabajos en esta línea fueron realizados por René Spitz, (1935) psicoanalista, quien comenzó sus trabajos observando el desarrollo de niños abandonados por sus madres que llegaban a centros de huérfanos. Estas observaciones le permitieron concluir que la madre sería la representante del medio externo y a través de ella el niño podía comenzar a constituir la objetividad de éste.

En 1958, Bowlby plantea una hipótesis que difiere por completo de la anterior. Postula que el vínculo que une al niño con su madre es producto de una serie de sistemas de conducta, cuya consecuencia previsible es aproximarse a la madre. Más tarde, en 1968, Bowlby define la conducta de apego como cualquier forma de comportamiento que hace que una persona alcance o conserve proximidad con respecto a otro individuo diferenciado y preferido. Como resultado de la interacción del bebé con el ambiente y, en especial con la principal figura de ese ambiente, es decir la madre, se crean determinados sistemas de conducta, que son activados en la conducta de apego.

Generalmente el apego tiene lugar en los primeros 8 a 36 meses de edad. En resumen sostiene que el sistema de apego está compuesto de tendencias conductuales y emocionales diseñadas para mantener a los niños en cercanía física de su madre o cuidadores.
Formas de apego Las formas de apego se desarrollan en forma temprana y poseen alta probabilidad de mantenerse durante toda la vida.

En base a como los individuos responden en relación a su figura de apego cuando están ansiosos, Ainsworth, Blewar, Waters y Wall, definieron los tres patrones más importantes de apego y las condiciones familiares que los promueven, existiendo el estilo seguro, el ansioso-ambivalente y el evasivo.


* Los niños con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados. Ellos tienen cuidadores que son sensibles a sus necesidades, por eso, tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que responderán y les ayudarán en la adversidad. En el dominio interpersonal, las personas con apego seguro tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismo.
* Los niños con estilos de apego evasivo, exhiben un aparente desinterés y desapego a la presencia de sus cuidadores durante períodos de angustia. Estos niños tienen poca confianza en que serán ayudados, poseen inseguridad hacia los demás, miedo a la intimidad y prefieren mantenerse distanciados de los otros.
* Los niños con estilos de apego ansioso-ambivalente, responden a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de sus cuidadores.
*
Las experiencias que forman vínculo El acto de poner el bebé al hombro, mecerlo, cantarle, alimentarlo, mirarlo detenidamente, besarlo y otras conductas nutrientes asociadas al cuidado de infantes y niños pequeños, son experiencias de vinculación. Algunos factores cruciales de estas experiencias de vinculación incluyen la calidad y la cantidad. Los científicos consideran que el factor más importante en la creación del apego, es el contacto físico positivo (ej: abrazar, besar, mecer, etc.), ya que estas actividades causan respuestas neuroquímicas específicas en el cerebro que llevan a la organización normal de los sistemas cerebrales responsables del apego.

Durante los primeros tres años de vida, el cerebro desarrolla un 90% de su tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables de todo el funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. De allí que las experiencias de vinculación conducen a un apego y capacidades de apego saludables cuando ocurren en los primeros años. La relación más importante en la vida de un niño es el apego a su madre o cuidador primario, esto es así, ya que esta primera relación determina el "molde" biológico y emocional para todas sus relaciones futuras.

Un apego saludable a la madre, construido de experiencias de vínculo repetitivas durante la infancia, provee una base sólida para futuras relaciones saludables.
En la actualidad está tomando importancia la relación o vínculo de apego del niño con el padre, figura ésta de gran importancia para el normal desarrollo evolutivo de todo ser.

Dr Eduardo R. Hernández G.
Pediatra y Especialista en Conducta Infantil.


Fuente : Zona Pediátrica



¿Qué hacer en caso de abuso sexual infantil?


Los niños que han sufrido abuso sexual y sus familias, necesitan evaluación y tratamiento profesional. Los especialistas en el área (médicos, pediatras, psiquiatras, psicólogos, terapeutas) pueden ayudar a los niños que han sido abusados a recuperar su sentido de autoestima, a sobrellevar sus sentimientos de culpabilidad sobre el abuso, a orientar a las familias sobre como manejar la difícil situación, y a comenzar el proceso de superación del trauma. Estos tratamientos pueden minimizar las consecuencias en su vida futura.

Pero, una vez consumado el hecho, que podemos hacer los padres ante una situación de abuso sexual infantil?.
A quí algunas recomendaciones:


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Primero, trate de conservar la calma, y converse con el niño en un lugar privado.

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Muestre control de sus emociones, no se desborde, ya que agrava el hecho.

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Crea lo que el niño le dice y hágaselo saber.

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No lo culpabilice de lo que pasó, al contrario manifiéstele lo valiente que es al contar lo sucedido.

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Exprésele que lo sigue queriendo igual, que la relación entre ustedes no ha cambiado.

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Hágale saber lo importante que es no guardar el secreto, y que necesita de otras personas para protegerlo.

*
Busque ayuda profesional, un caso de abuso sexual requiere un abordaje multimodal (médico, psicológico y legal).

No hay niño preparado psicológicamente para hacerle frente al estímulo sexual, bajo esta premisa, debemos entonces como padres tomar algunas Medidas Preventivas.
Debemos iniciarlas desde la etapa preescolar (a partir de los dos años de edad), a través de un juego llamado “conociendo mi cuerpo”, en una primera etapa es sensorial (lo que me gusta ver, tocar, oler, gustar, jugar, y lo que no me gusta). Luego se introducen elementos psicoeducativos (educación sexual, ¿cómo son los genitales de los varones y de las hembras?).

*
En una segunda etapa se introducen tips recordativos e informativos, como: “quienes pueden tocarte”, “como deben tocarte”, “que partes de tu cuerpo pueden tocarte otros”.

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En una tercera etapa enseñarles que el respeto a los mayores y a las figuras de autoridad, no quiere decir que tienen que obedecer ciegamente. , y que si algo le hace sentir incómodo se lo hagan saber. Esto es enseñar Asertividad.

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Decirle a los niños que “si alguien trata de tocarte el cuerpo y de hacerte cosas que te hacen sentir raro, dile NO a la persona, aléjate de ella y ven a contármelo enseguida”.

Para concluir sólo me resta decirles que la mejor PREVENCIÓN del delito es recordar que nuestros hijos son nuestra responsabilidad, y que debemos tener sobre ellos una adecuada supervisión, un adecuado sistema de comunicación abierta y estar atentos ante cualquier cambio de conducta no esperado para su edad.

Dr. Eduardo Hernandez
Médico-Pediatra.

Fuente : Zona Pediátrica

Cuidados básicos para la embarazada


1.- Consultas

Número de visitas
- En un embarazo normal se practica, en general, una visita al ginecólogo cada 4 semanas, hasta la semana 36. A partir de ese momento, la visita será semanal.
- Algunas circunstancias del embarazo pueden requerir que sea necesario acortar el período entre visitas para hacer un seguimiento más estricto del embarazo. Tu ginecólogo te informará de ello si fuera necesario.
- En las visitas de control semanal del embarazo se determinará el peso, la tensión arterial y un análisis de orina. Se valorará el crecimiento fetal mediante la exploración abdominal y se escuchará el latido fetal.

Número de análisis
- En un embarazo de curso normal, se practica un análisis en cada trimestre, de sangre y orina. - En el primer trimestre, el análisis es muy completo, y permite establecer el estado general de la embarazada, su grupo sanguíneo, las infecciones que ha pasado y que podrían alterar el curso del embarazo, y aquellas que es susceptible de padecer.
- En el segundo trimestre se practica, además del de sangre y orina, una prueba llamada O'Sullivan que determinará si la gestante es susceptible de adquirir una diabetes durante la gestación. En algunas ocasiones tu médico puede indicar practicar este análisis ya en el primer trimestre. Consiste en la determinación de la glucemia tras la administración oral de 50 gramos de glucosa. Si la gestante presenta dificultad para metabolizar los hidratos de carbono, se le hará una segunda prueba llamada "La Curva de glucosa" para saber si realmente tiene una Diabetes Gestacional. Esta segunda prueba consiste en la determinación de la glucemia, tras 1-2 y 3 horas de administrar 100 gramos de glucosa y sólo se practica en las embarazadas con riesgo de padecer una Diabetes en el embarazo.
- En el tercer trimestre se solicita la última analítica que básicamente pretende determinar si las pruebas de coagulación son correctas de cara a la anestesia peridural en el parto. Además se valora también si existe anemia, si se han padecido infecciones potencialmente perjudiciales para el embarazo, y la situación del organismo para afrontar la recta final del embarazo, determinando fundamentalmente la función del hígado y del riñón.

- Entre la semana 35-36 de embarazo se practica además un cultivo vaginal y rectal a todas las embarazadas, que permite saber si existe algún tipo de infección. Si fuera así, en el momento del parto, se administra antibióticos a la madre para proteger al feto de la infección a su paso por el canal del parto.


Ecografías
Durante un embarazo normal se practican tres ecografías.

- La primera, hacia la semana 6-8 de embarazo, permite comprobar la viabilidad del embarazo y datar exactamente el tiempo real de gestación.

- La segunda, hacia la semana 20, permite el estudio morfológico del feto, y puede detectar anomalías congénitas precozmente. Entre estas dos ecografías tu ginecólogo puede practicar una hacia la semana 11 de gestación que permite medir la Sonoluscencia Nucal, un pequeño engrosamiento de la nuca del embrión que establece si existe un alto riesgo de padecer alguna alteración cromosómica o defecto del tubo neural.
- La tercera ecografía, se practica en el tercer trimestre y permite un control del crecimiento fetal.
- Ante cualquier adversidad, puede ser necesaria la práctica de más ecografías. Tu ginecólogo te informará de ello.

Diagnóstico prenatal
- Se aconseja la práctica de un análisis bioquímico llamado Triple Screnning, que permite establecer si la paciente tiene un alto o bajo riesgo de que su feto presente anomalías cromosómicas y/o defectos del tubo neural. Se practica, entre la semana 14-15 de embarazo, una extracción de sangre de la madre en que se determina el valor de determinadas hormonas. Esta prueba tiene una sensibilidad del 65% y permite seleccionar a las pacientes de la población general que tienen un riesgo elevado de presentar alguna de estas anomalías; pero NO es diagnóstica, es decir, no da un resultado seguro respecto a si el feto presenta estas alteraciones.

- Si esta prueba resulta alterada, si los padres presentan antecedentes familiares de alteraciones cromosómicas o defectos congénitos, o si la madre es mayor de 35 años, se recomienda hacer otra prueba de diagnóstico prenatal más agresiva: la amniocentesis. Esta prueba consiste en la extracción de líquido amniótico, que envuelve al bebé, para estudiar las células fetales y poder determinar si el feto es portador de alguna anomalía cromosómica detectable. La fiabilidad de esta prueba es del 99%, pero conlleva algunos riesgos que tu ginecólogo te comentará.


2.- Salud
Alimentación

- El incremento de peso durante el embarazo debe ser de 9 a 11 kilos, o sea, poco más de 1 kilo por mes. Para ello debes aumentar sólo 200-300 kcal/día a tu dieta habitual. Si estás muy delgada cuando te quedas embarazada, posiblemente tu ginecólogo deje que te engordes entre 11 y 13 kg durante todo el embarazo; pero si tienes sobrepeso al inicio de la gestación, probablemente sea más estricto y no permita que aumentes más de 7 a 9 kg de peso.
- Olvídate del tópico de que " la embarazada come por dos". Debes comer proteínas, tanto de origen animal (huevo, carne, pescado, leche) como de origen vegetal (cereales y legumbres). - Procura eliminar o reducir mucho los hidratos de carbono simples que engordan y no proporcionan los elementos nutritivos adecuados (pasteles, chocolate, dulces, bollería), y aumenta los hidratos de carbono complejos o almidones (verduras, arroz, pasta y patatas), que además te proporcionan fibra.
- Las grasas no deben suponer más del 35% de la energía que aportas con la dieta. Reduce el tocino, embutidos, etc.
- Cocina tus platos a la brasa, horno o plancha y evita los guisos, las salsas y los fritos.
- Al final del embarazo es recomendable realizar comidas más frecuentes y menos copiosas. Evita tumbarte después de comer, así tendrás digestiones más ligeras y reducirás la acidez.

Complementos vitamínicos

- No es necesario un suplemento vitamínico si tu dieta es equilibrada. Lo que sí acaba siendo necesario es un suplemento diario de hierro. Los análisis indicarán a tu ginecólogo a partir de qué momento requieres un aporte extra de hierro.

- También es posible que tu ginecólogo te recete un suplemento de ácido fólico, sobre todo durante el primer trimestre del embarazo, para prevenir los defectos del tubo neural en el feto.

- Si tu dieta es rica en leche y/o derivados lácteos (entre ½ y 1 litro de leche o su equivalente en yogur o queso), probablemente no necesites un aporte suplementario de calcio en el embarazo.

Alcohol, tabaco y café
- Es evidente que durante el embarazo debes evitar el consumo de tabaco, beber alcohol y/o tomar drogas.

- Toma máximo una taza de café diaria.
- Durante el embarazo, especialmente en el primer trimestre, debe evitarse cualquier tipo de fármaco. Si precisas un tratamiento determinado, consulta antes a tu tocólogo.

Actividad física
- Puedes desarrollar tu trabajo habitual, siempre y cuando no cause cansancio físico excesivo. - A partir del 8º mes se recomienda disminuir la actividad física.
- Es conveniente realizar ejercicio físico moderado (paseos, natación) y evitar deportes violentos o que produzcan fatiga.

- Evita movimientos bruscos, saltos e impactos corporales.


Prevención de infecciones
- Limita el contacto con gatos y animales domésticos.

- No comas carne ni huevos crudos o poco cocinados, y lava bien frutas y verduras.

- Evita el contacto con enfermos infecciosos en general.


3.- Vida cotidiana
Higiene

- Es recomendable el baño o ducha diarios, aunque en las dos últimas visitas de embarazo, es recomendable ducharse, no bañarse.

- Se recomienda el uso de cremas hidratantes en región abdominal, glúteos y mamas, para evitar las estrías. No obstante, pueden ser ineficaces si aumentas mucho de peso o tu piel tiene poca elasticidad.

- Lávate los dientes después de cada comida, y acude al odontólogo pasado el primer trimestre para detectar precozmente cualquier problema que pudiera complicarse durante el embarazo.

Ropa
- Utiliza ropa cómoda y holgada.

- Usa sujetador.
- Evita calcetines que compriman demasiado y dificulten el retorno venoso, ya que pueden favorecer la aparición de varices. Intenta mover las piernas si tienes que estar de pie, y duerme con los pies elevados para evitar el edema o hinchazón de los tobillos
- Utiliza calzado confortable y evita el zapato totalmente plano y el tacón alto.

Sexualidad
- Si el embarazo cursa con normalidad, no es necesario modificar ni interrumpir los hábitos sexuales.
- El coito no es peligroso para el feto.

- Deben evitarse las relaciones sexuales cuando exista hemorragia, infección genital ó rotura de la bolsa de las aguas.
- Se recomienda evitar las relaciones sexuales las 2-3 semanas últimas de embarazo.


Viajes
- En general, no están contraindicados los viajes durante el embarazo.

- Sin embargo, no es aconsejable realizar viajes a lugares con escasos servicios sanitarios.
- Hacia el final del embarazo deben evitarse los viajes largos.

- Si viajas en coche, haz paradas cada 2 horas y da un paseo corto.
- Usa siempre el cinturón de seguridad, procurando que la cinta inferior quede lo más baja posible, evitando colocarla sobre el abdomen.
- El embarazo no contraindica el viaje en avión. Evita los viajes largos en avión a partir del 7º mes.
- Se desaconsejan bicicletas y motos.


4.- Urgencias
Consulta a tu ginecólogo siempre que tengas:
- Vómitos intensos y persistentes.

- Diarrea.

- Dolor al orinar.

- Dolor de cabeza muy intenso.
- Hemorragia por los genitales.

- Pérdida de líquido por los genitales

- Dolor abdominal intenso o contracciones uterinas dolorosas.
- Fiebre elevada.

Debes localizar URGENTEMENTE a tu ginecólogo si presentas:
- Contracciones uterinas rítmicas, progresivamente más intensas y con frecuencia de mínimo 2 contracciones cada 10 minutos durante al menos 1 hora.
- Pérdida de líquido por vagina (rotura de bolsa)
- Pérdida hemorrágica por vagina. Estas indicaciones que te proponemos te servirán como guía básica, pero ante cualquier duda o problema que pudiera aparecer, no dudes en consultar a tu ginecólogo que es quien, en último término, conoce realmente el desarrollo de tu embarazo.

Dra. Nuria Verdú
Ginecóloga
Centro Médico Teknon

Fuente : Solo Hijos

miércoles, 13 de agosto de 2008

Claves para enfrentar las peleas entre hermanos


Entre los 6 y 10 años el niño se encuentra en la etapa concreta, en que está volcado al mundo y aparecen importantes sentimientos relacionados con "lo justo", situación que trasladan al ámbito de hermanos. Ya han abandonado el egocentrismo del periodo anterior, por lo que los juegos son más de "roles" y de "equipo", aumentando los momentos de "juego común", lo que hace que se produzcan roces más frecuentes.

¿Por qué pelean?

La relación con los hermanos es, como sostiene la psicóloga infanto-juvenil de la Universidad Católica, Ximena Contreras, distinta a la que se establece con el grupo de pares, pues, generalmente hay diferencias de edad, con dinámicas propias y a veces "duelos". Además, en esta etapa, la convivencia entre hermanos queda situada en un segundo lugar de importancia luego de la que se mantiene con los padres.

Agrega la especialista que se debe tener presente que cuando un hermano crece y cambia de etapa, reflejando el menor esta "separación temporal", puede haber emociones ligadas a frustración, celos, envidia, rivalidad por juegos o juguetes, junto con sentimientos positivos como alegría, compromiso y actitudes beneficiosas como compartir. “En toda esta dinámica relacional, el niño aprende normas de funcionamiento social que después podrán serle de utilidad en otras situaciones”.

Los niños que han crecido junto a hermanos suelen mostrar más desenvoltura en sus relaciones que aquellos que sólo han convivido con adultos. No hay que olvidar que los hermanos son fuente importante de compañía y muchos recuerdos imborrables de la infancia son las experiencias vividas con ellos.

Rol de padres

Un modelo de convivencia

Dar buen ejemplo es clave. El principal método de aprendizaje de los niños es la observación. Si una pareja pelea fuertemente entre ellos y/o responde agresivamente a los hijos, no puede esperar que reine la paz entre sus hijos. Se debe tener presente que la violencia de los padres traumatiza a los niños y los hace más agresivos. Por ejemplo, el garabatearlos o pegarles

Algunas pautas para prevenir grandes conflictos y entregar el mejor modelo de convivencia son:

*Controlar la observación de modelos extrafamiliares, sean reales o simbólicos. Por ejemplo, juegos de video, películas, casas de familiares o amigos que no sean adecuados en este sentido, etc.

*Brindar a los hijos la oportunidad de tener relaciones sociales pacíficas. Llevarlos al parque, invitarles amigos a la casa y que jueguen con sus hermanos. Tener amigos en común entre los hermanos une mucho y los entrena para que entre ellos sepan jugar.

*Felicitarlos y regalonearlos cuando jueguen entre ellos en forma armónica. Puede por ejemplo decir: “Han jugado muy bien, como verdaderos hermanos ¿vamos a ver una película?». Se debe recordar que si se refuerza lo positivo la conducta adecuada se hará más frecuente y disminuirá la contraria.

Claves para enfrentar las peleas

La psicóloga recomienda ayudar a enfrentar peleas entre hermanos en base a cuatro etapas:


* Identificar cuál es el problema. Por ejemplo: "los dos quieren un mismo juguete"; “el menor le quitó algo al mayor”, etc.
* ¿Qué pueden hacer para resolverlo? Algunas soluciones son: hacer turnos, decretar que ninguno lo usa o un día uno u otro. Deben incluirse todas las soluciones posibles.
* Definir cuál y cómo aplicar la estrategia.
* Evaluar resultados y cambiar de estrategia si la primera no resultó.

Fuente : Padres OK